Desde la jubilación hace unos 24 años de Pedro Peláez, propietario de "El noventa y cinco" desde 1942 aproximadamente, el edificio venía presentando un estado de abandono y ruina que entrañaba cierto peligro, tanto para la zona como los viandantes. Como consecuencia se tomó la decisión esta semana de realizar el derribo del emblemático edificio, dejando mucho mas huérfana la popular calle Zapatería.